lunes, 5 de octubre de 2009

feliz es la flor
que tus ojos miran
puesto que ni el sol
de tal forma las mima
y es que tu voz
que me es tan desconocida
la siento en la flor
que a tus pies se marchita
con un cadiz de sabor
que ni en la propia china
guarda su olor
de risas andinas
al borde de la hoz
que no corta ni camina,
puesto que tu voz,
aunque sea desconocida,
yo la escucho por favor
de las torcidas rimas
que en vientos de ardor,
suaves y golondrinas,
rompen la hoz
que a tan bellas flores arruina.

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